De pesca por vacaciones

En vacaciones me deje un par de tardes libres para perderme por el río. En esta época del año, los ríos bajan con poca agua y las truchas están un poco más resabiadas que en meses anteriores. Finalmente fui a dos tramos que no pescaba desde primavera. Tiempo suficiente para que los peces se olviden de mi y de mis cucharillas.

El primer día empezó bastante mal, sin nada de actividad ni picadas. Llegue a pensar que quizá llevaba delante algún otro pescador. El caso que sobre las 19h, la cosa cambió e hice mas en 20 minutos que en toda la tarde. Cosas de la pesca.

Con varias capturas realizadas y en cierto modo, calmado el mono, me dirigía hacia al coche a falta de pescar un par de pozas y corrientes. No pensé que en la penúltima tirada, pescaría la trucha que más batalla me ha dado de la temporada.

Fueron cerca de dos minutos en los que la trucha no dejo de pelear. Fue impresionante. No suelo medir ni pesar las capturas, pero creo que es de las mejores de la temporada.

Al día siguiente probé otro tramo, y pese a que no capturé, ni tuve ninguna picada, merecedora de ser contada, pase una tarde entretenida.

Unas jornadas para olvidarse de todo.

Feliz pesca.

Un par de buenas truchas

En la última jornada truchera, no esperaba un final con un par de capturas de cierta calidad para los tamaños que estoy acostumbrado.

La jornada fue aceptable, sin embargo en apenas 3 minutos, las truchas de cierto porte dieron la cara y pude capturar 2 ejemplares dignos de mención.

Habría hecho un trío, si no llega a ser por una picada que termino partiendo el sedal, creo que era mayor que cualquiera de las que he sacado este año, a tenor de como me saco linea por unos segundos. 

Buena pesca!!

Una buena culebra de agua

Una vez más vuelvo al río al recuentro con las truchas. La jornada empezó con pocas picadas y no mucha actividad. Algunas salieron a saludarme y postraron para la merecida foto.

Sin embargo, lo mejor estaba por llegar, en el último lance de la jornada paso algo que jamas había visto.

Una trucha de aproximadamente superaba los veinte centímetros, siguió la cucharilla hasta mis pies sin llegar a embocarla. Cuando me decidía a volver a coger la cucharilla y repetir el lance esperando mejor suerte, la trucha empezó a saltar en mitad de la poza. Algo bastante raro y que no tenía mucho sentido.

Al incorporarme y dar un par de pasos, vi como una gran culebra de agua la había atrapado con la boca. Mientras la trucha intentaba zafarse saltando, la culebra me vio y fue río abajo. En ese momento, con la cucharilla en la punta de la caña, trate de cogerla y al segundo intento la cucharilla se clavo en la parte trasera de su cuerpo. Pensé que en ese momento la culebra soltaría la trucha pero no lo hizo y finalmente pude introducir culebra y trucha en la sacadera. Nunca había pescado semejante tandem.

Una vez la culebra se sintió atrapada, soltó la trucha y trato de escapar por el agujeros de la sacadera, pero dado su tamaño no pudo. Emulando a Wild Frank, saque a la culebra por la cola, y sin llegar a ser un experto en la materia, cero que era un muy buen ejemplar de culebra de agua. media mas de un metro.

Una vez me deshice de ella, la trucha volvió al agua, sana y salva y sin daños aparentes.

Impresionante la escena de jamas había visto. La lastima fue que la grabe toda en vídeo pero al visualizarla por la tablet, no se que hice que al sacar la tarjeta de memoria, los archivos habían desaparecido. No obstante, hice alguna foto mientras veía los vídeos.

Como siempre decimos, el río no deja de sorprendernos.

Truchas en la selva

            

Hay tramos de ríos, que con el paso de los años y el poco transito que tienen, la maleza, zarzas y demás vegetación que pueblan las orillas, imposibilitan realizar la acción de pesca.

En mi ultima salida fui a uno de esos tramos, un tanto aislado, para pasar la tarde pescando. Al poco de llegar me fui dando cuenta de lo poco transitado ya que las zarzas cruzaban el cauce y debía estar mas tiempo cortando ramas que pescando...

Sin embargo, esto es síntoma de que las truchas estan poco pescadas y picaran bien, y así fue. Sin llegar a ser escandaloso, las truchas ahí estaban y si bien inicialmente, tuve media docena de picadas que no clave, las capturas se fueron sucediendo.

Fue una jornada entretenida en la que tome la decisión de comprar un machete para futuras visitas.

Salud!!

Un mal día

Así fue. No todos los días se pesca lo que uno quiere y esta jornada fue reflejo de uno de esos días en que las truchas no están por la labor.

Aun así, lo intentamos y tocamos escama unas cuantas veces pero sin disfrutar en exceso. La pesca tiene estas cosas... Día para aprender y probar cosas nuevas.

No todo son peces en estas jornadas autistas en las que encuentras respuestas a preguntas que en la vida cotidiana se te escapan como poder abordar.

A veces, el río no solo es un lugar de esparcimiento sino el sitio donde las preocupaciones y problemas toman forma de solución.

Espero en próximas salidas, tener mejores resultados.

Feliz pesca.