El primer día fuimos a embalse desde orilla. No se dio del todo mal. Entre lucios y basses pasamos una agradable jornada.
El primer lucio decente no se dejo tocar hasta bien entrada la mañana.
Como no podía ser de otra manera, fue devuelto al agua.
Sacamos algún lapicero mas, pero en la zona elegida no sacamos mucho mas. Por la tarde, y después de comer algo, decidimos cambiar de escenario. Y el cambio fue bueno. Basses de cerca del kilo de peso entraban a nuestros vinilos con ganas.
A mitad de tarde tuve una buena picada, seca y rápida. Pese a que a veces se adivina si lo que pica es lucio o bass, por las formas, en este caso hasta que el lucio no asomo por la orilla no supe que se trataba de un esocido de tamaño aceptable.
Entre las carreras que se dio, pudimos hacer una bonita secuencia.
Al final el lucio lo pudimos controlar en la lucha, y pudimos cobrarlo.
Como queríamos devolverlo al agua, no fue ni pesado ni medido. Pero aproximadamente creemos que estaría entre los 4 y 5 kgrs. Al final fue la captura mas grande de la jornada.
Fue devuelto al agua en óptimas condiciones.
Seguimos pescando, y algunos basses seguimos sacando.
Al final 3 lucios y 7 basses pescados entre los 2, nos hicieron pasar una jornada entretenida y divertida.
Al día siguiente cambiamos de escenario. Embarcados en nuestros patos, decidí llevar a "Jandemor" a una de las badinas que mejores basses me ha dado en el tiempo que llevo por aquí. Lo cierto es que pescar en estas aguas calmadas, entre eucaliptos, al calor del sol, es una gozada.
Los basses grandes no dieron la cara. Pequeños basses fuimos sacando, pero ninguno de mas del kilo.
La mayor captura la saco "Jandemor". Un bass cercano al kilo nos alegro cuando la tarde ya moría.
Al final 15 basses fueron pescados entre los dos.
Espero que "Jandemor" halla disfrutado de su estancia en el "hostal Gargallo", y dado que ahora ya es "funcionata", espero que repita la visita y podamos volver a ir detrás de los lucios y basses que pueblan esta tierra extremeña.