20 de julio de 2010

Mi ultima visita en Pirineos

Pensaba que no iba a volver a contemplar las grandes montañas de los pirineos. Estaba resignado a tener que realizar la próxima visita el año que viene.

Una posibilidad surgió, y pese a los cerca de 1000km que me separan de mi actual residencia, con un halo de cierta locura, preparé mi última visita a tierras pirenaicas. No sin antes hacer la obligada parada en Zaragoza para disfrutar de la noche y las buenas compañías. Cuando pasas tiempo fuera de casa se agradece ver a quien te aprecia.

Una vez saciado mi necesidad social de ver a quien uno quiere, llego la necesidad de ver montaña, ríos, nieve y por supuesto truchas y algún que otro salvelino.

Que nervios!!

Un tanto cansado de la noche anterior, nos propusimos una pesca cómoda y accesible al día siguiente a mi llegada.

Falto tiempo para montar las cañas y lanzar al agua en busca de truchas activas que entraran a los señuelos.

Sin realizar una pescata de escándalo, las pocas truchas que salieron del agua me lo hicieron pasar realmente bien.


Que ganas tenia de sentir al otro extremo del sedal a una trucha común autóctona!!