20 de enero de 2011

Vuelta a la tierra

Después de mucho tiempo por tierras extremeñas, pude disfrutar de unos días por mi zaragoza natal.

Y como no, tiempo me falto para ir a pescar con mi amigo Alberto. De hecho, al día siguiente de llegar, ya íbamos camino de caspe para darle un tiento a las luciopercas que pueblan en buen número el embalse.

Lo cierto que se me había olvidado lo que es pasar frío, y el día que fuimos lo hizo y mucho.


Pese al frío reinante, las ganas de pescar no faltaron y alguna lucioperca conseguimos ir llevándonos a la mano.


Entre risas, buena conversión, picadas fallidas y algunas capturas que no fueron de gran talla, llegamos a una zona del embalse sin aire de cara y cómoda de pesca.
En poco tiempo tuve una picada, de lo que parecía una lucioperca y que posteriormente fue una perca fluviatilis.

Pese al pequeño tamaño me hizo una ilusión barbara. Creo que hasta día de hoy, solo había pescado una.


Poco después Alberto saco un bello ejemplar de esta especie.



La librea, las aletas anaranjadas, las franjas del cuerpo y sobretodo, lo que tira el pez hacen muy atractiva su pesca. No salta por los aires como el black bass, pero es bastante deportiva su pesca. Bajo mi punto de vista, mucho mas que la de la lucioperca.
Fue una grata sorpresa las percas europeas pescadas. Por la tarde seguimos pescando consiguiendo mas capturas.




Con la caída del sol, las temperaturas bajaron y empezó a hacer mucho frío. Fue momento de plegar las cañas y volver a casa.


No conseguimos sacar ninguna lucioperca grande, pero la jornada estuvo muy bien y me lo pase genial. Espero volver pronto a compartir pescas con Alberto.