Así fue. No todos los días se pesca lo que uno quiere y esta jornada fue reflejo de uno de esos días en que las truchas no están por la labor.
Aun así, lo intentamos y tocamos escama unas cuantas veces pero sin disfrutar en exceso. La pesca tiene estas cosas... Día para aprender y probar cosas nuevas.

No todo son peces en estas jornadas autistas en las que encuentras respuestas a preguntas que en la vida cotidiana se te escapan como poder abordar.
A veces, el río no solo es un lugar de esparcimiento sino el sitio donde las preocupaciones y problemas toman forma de solución.
Espero en próximas salidas, tener mejores resultados.
Feliz pesca.