Este domingo pasado, dado que era el último día de la veda, las fuerzas me pudieron, y me fui a disfrutar del río y de sus truchas.
Esta temporada ha sido un tanto rara. La sequía la ha condicionado mucho y comenzó con los ríos muy bajos. No llovió mucho por lo que casi toda la temporada han estado los ríos con muy poco caudal y la pesca muy esquiva.
En cualquier caso, la afición nos puede y los ratos en el río son únicos y necesarios para mi salud mental.
En esta ocasión las truchas dieron la cara. Una vez más, las más pequeñas fueron las primeras en presentarse al acto.
El río, como casi siempre, nos daba sombra y la mejor de sus caras.
Conforme la tarde avanzaba, parecía que las truchas más grandes entraban en actividad.
La captura de este ejemplar fue increíble le vi como iba detrás y después de 2 intentos de morder, no lo hizo para en último momento lanzarse a por la cucharilla de manera muy agresiva. Dió 3 saltos fuera del agua que fueron una autentica pasada!! Hasta ese momento era la truchas más grande de la jornada.
A mitad de tramo vi, lo que parecía una oveja muerta, pero al acercarme se trataba de un buen corzo... a saber por que razón acabo en el agua.
Tras ver a este pobre corzo continué con la pesca, y las pequeñas truchas siguieron picando, algunas con una librea preciosa.
El tramo iba dando a su fin, ya estaba cansado y ya había pescado un buen número de truchas, las últimas corrientes prometían...
Y en un lance, a las pocas vueltas del carrete vi un reflejo en el agua y la cucharilla se trabo como si hubiese tropezado con un tronco, se trataba de una muy buena trucha, de hecho fue la de mayor talla.
Estaría en torno a los 30 y pico centímetros. Se pego un par de carreras por el río hasta que pude cobrarla con la sacadera.
Un par de fotos para el recuerdo y vuelta al agua.
Pensé en recoger y volver para el coche, pero el típico pensamiento de.... pesco un poco más y me vuelvo...
A los 3 lances otra buena trucha, esta vez un poco más pequeña pero igual de luchadora y de preciosa de librea pude clavar, cobrar y devolver.
Esta vez plegué del todo y me fui para el coche saboreando la buena jornada que acababa de disfrutar y que ponía punto final a la temporada de trucha de 2012.
Esta temporada ha sido atípica. Empece muy flojo, pescando muy poco en mayo, junio y julio. Para mi la mejor época. Posteriormente Agosto y sobretodo Septiembre me ha deparado unas pescas que no esperaba.
Pese a los buenos y malos momento vividos, siempre debe haber un espacio en el que perderse y encontrarse. Seguiremos pescando otras especies, esperando la abierta de marzo 2013.
La vida sigue.