Por cuestiones laborales terminamos en Zarautz. Pueblo conocido por Arguiñano y el wind surf. La verdad que el sitio es muy bonito. Lo que me resulto curioso y sorprendente, que todo el mundo hablaba vasco.
El caso es que uno siempre tiene la pesca presente, y nos llevamos la caña para intentar probar y pegarle cuatro lances al mar. En una de esas, parece que algo pico y una vivaracha caballa colgaba del señuelo.
Foto y la devolvimos al mar. Objetivo cumplido. Esto me recuerda que tengo alguna cita pendiente con el mar y sus lubinas.....