En esta ocasión nos fuimos de pesca dominguera y tranquila. Sin embargo, pequeños siluros nos mantuvieron activos casi toda la jornada, si bien, el mejor momento fue en las primeras horas. Hay que ver lo voraces que son estos peces, cuando son pequeños, pero sobretodo hay que destacar la gran despensa que es el río Ebro... la cantidad de alburnos que hay es impresionante...
La lastima fue la picada de un buen siluro que nos corto la línea en los primeros 30 segundos del combate... prometía bastante...
Las mejores fotos de la jornada y del socio:
Prometemos volver, pero a un sitio mas limpio por que es una autentica vergüenza como algunos dejan las orillas...