30 de junio de 2012

Una mañana diferente

Volví a ir a pescar truchas, después de las 25 que saque el último día, la verdad es que apetecía. Sabía que era difícil repetir marca, pero al menos el reto era intentarlo. Esta vez otro tramo, otras pozas, otras corrientes, otras posturas.

No madrugue mucho, y a eso de las 8 y media, ya estaba con el vadeador puesto y lanzando sin parar. De nuevo, los primeros 45 minutos fueron de sequía. Ni picada. Y eso que el río tenía estampas preciosas. Pese a la ausencia de capturas iniciales, fue un buen momento para el recogimiento personal, para la meditación y la relajación.




Tardaron en picar las truchas, no como el otro día pero aun salieron unas cuantas.




De las 13 capturas que deparó el día, destaco un buen ejemplar que pasaba de los 30 centímetros.




Como todas las capturas, fueron devueltas a su medio en óptimas condiciones.